El reciente viaje de los Borbones a las ciudades en territorio marroquí de Ceuta y Melilla ha sido toda una apología del mas rancio y abyecto españolismo. Banderas y simbolos franquistas, caspa y ultranacionalismo hacen que a los progresistas se nos revuelvan las tripas.
¿Cómo puede importarnos de quien sean estas ciudades cuando existen asuntos tan perentorios como el calentamiento global o la muerte de miles niños del hambre provocada con las guerras de Bush?
Ceuta, Melilla, Perejil (ya devuelta a Marruecos), el resto de plazas coloniales españolistas en África, así como Cataluya, Euskadi y otras naciones del estado NO SON ESPAÑA. Defender lo contrario es exactamente lo que hacía Franco, y lo siguen haciendo los neofranquistas y el populacho encendido desde los micrófonos de los obispos.
La ceguera imperialista de los gobiernos neofranquistas de Aznar impidieron la definitiva devolución de Ceuta y Melilla a Marruecos y las consecuencias fueron 192 muertos que que trajeron su salida del gobierno.
Es momento devolver las colonias Africanas tanto insulares como continentales, a Marruecos y al esplendor de la cúltura del Islam africano que el imperialismo español les ha usurpado durante tanto tiempo. Y el marco de la Alianza de Civilizaciones y la fraternidad existente entre Zapatero y el Pueblo Marroquí, es el adecuado para este nuevo camino hacia la paz y el entendimiento intercultural.
No olvidemos nunca el eterno agradecimiento que nuestro Partido debe a Marruecos y su monarca.